"A veces debes luchar
para encontrar a tu verdadero amor"
—lo escuché,
y no entendí…
hasta que dolió.
El amor es riesgo,
es cruzar puentes que arden,
es mirar a lo prohibido
y desearlo igual.
Es llorar por lo que no fue,
y aún así,
seguir creyendo en lo que podría ser.
Tuve que caer,
tuve que sangrar,
tuve que perderme en suspiros
que no volvían.
Pero ahora lo sé:
el amor no siempre es seguro,
ni limpio,
ni justo…
pero cuando es real,
cuando es verdadero,
vale cada herida.
Y por eso,
aunque tiemble,
aunque duela,
me pienso arriesgar.