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Krusty Aranda Feb 2014
Deambula por los barrios más oscuros de Madrid
una joven de ojos claros y labios carmesí.
Pregona a viva voz su mercancía variada;
pócimas para el amor, felicidad enfrascada.

Los clientes extasiados le suplican "¡Venid!";
su gama de productos les induce al frenesí.
A mí honestamente no me interesa nada
más que su sonrisa y su piel inmaculada.

Cruzamos la mirada y me acerco lentamente;
siento en mi interior una alegría antes carente.
Compartimos un saludo, un beso, una caricia.
¿Quién podía adivinar que escondía tanta malicia?

Tomamos una copa y charlamos vagamente.
Reímos y lloramos. Nos besamos tiernamente.
Desnudó ante mí su cuerpo y me amó sin justicia,
pues ahora entiendo; su intención era fictica.

Aún sin amarme me entregó lo que añoro.
Su cuerpo junto al mío fue para mí un tesoro.
Su **** tan dulce. Su entrega pasional.
Mi mano en sus senos y un "Te quiero" banal.

Al llegar el alba vi que se había marchado.
Ese fue el fin de nuestro amor condenado.
El vacío que causó me ha dejado malherido.
Se llevó mi corazón y lo vendió al olvido.
No digamos la palabra del canto,
cantemos. Alrededor de los huesos,
en los panteones, cantemos.
Al lado de los agonizantes,
de las parturientas, de los quebrados, de los presos,
de los trabajadores, cantemos.
Bailemos, bebamos, violemos.
Ronda del fuego, círculo de sombras,
con los brazos en alto, que la muerte llega.

Encerrados ahora en el ataúd del aire,
hijos de la locura, caminemos
en torno de los esqueletos.
Es blanda y dulce como una cama con mujer
Lloremos.
Cantemos: la muerte, la muerte, la muerte,
hija de puta, viene.

La tengo aquí, me sube, me agarra
por dentro.
Como un esperma contenido,
como un vino enfermo.
Por los ahorcados lloremos,
por los curas, por los limpiabotas,
por las ceras de los hospitales,
por los sin oficio y los cantantes.
Lloremos por mí,
el más feliz, ay, lloremos.

Lloremos un barril de lágrimas.
Con un montón de ojos lloremos.
Que el mundo sepa que lloramos aquí
por el amor crucificado y las vírgenes,
por nuestra hambre de Dios
(¡pequeño Dios el hombre!)
y por los riñones del domingo.

Lloremos llanto clásico, bailando,
riendo con la boca mojada de lágrimas.
Que el mundo sepa que sabemos ser trágicos.
Lloremos por el polvo
y por la muerte de la rosa en las manos de los mendigos.
Yo, el último, os invito
a bailar sobre el cráneo del tiempo.
¡De dos en dos los muertos!
Al tambor, a la Luna,
al compás del viento.
¡A cogerse las manos, sepultureros!
Gloria del hombre vivo:
¡espacio para el miedo
que va a bailar la danza que bailemos!
 
Tranca la tranca,
con la musiquilla del concierto
¡qué fácil es bailar remuerto!¿Vamos a seguir con el cuento del canto y de la risa?
¡Ojos de sombra, corazón de ciego!
Pirámides de huesos se derrumban,
la madre hace los muertos.
Aremos los panteones y sembremos.
Trigo de muerto, pan de cada día,
en nuestra boca coja saliva.
(Moneda de los muertos sucia y salada,
en mi lengua hace de hostia petrificada).
Hay que ver florecer en los jardines
piernas y espaldas entre arroyos de orines.
Cráneos con sus helechos, dientes violetas,
margaritas en las caderas de los poetas.
Que en medio de este cante
el loco pájaro gigante,
aleluya en el ala del vuelo,
aleluya por el cielo.

¡De pie, esqueletos!
Tenemos las sonrisas por amuletos.
¡Entremos a la danza,
en las cuencas los ojos de la esperanza!Hay que mirar los niños en la flor de la muerte floreciendo,
luz untada en los pétalos nocturnos de la muerte.
Hay que mirar los ojos de los ancianos
mansamente encendidos, ardiendo en el aceite
votivo de la muerte.
Hay que mirar los pechos de las vírgenes
delgados de leche
amamantando las crías de la muerte.
Hay que mirar, tocar, brazos y piernas,
bocas mejillas, vientres
deshaciéndose en el ácido de la muerte.
Novias y madres caen,
se derrumban hermanos silenciosamente
en el pozo de la muerte.
Ejército de ciegos,
uno tras otro, de repente,
metiendo el pie en el hoyo de la muerte.Acude, sombra, al sitio en que la muerte
nos espera.
Asiste, llanto, visitante *****.
Agujas en los ojos, dedos en la garganta,
brazos de pesadumbre sofocando el pecho.
La desgracia ha barrido el lugar
y ha cercado el lamento.
Coros de ruinas organiza el viento.
Viudos pasan y huérfanos,
y mujeres sin hombre,
y madres arrancadas, con la raíz al aire,
y todos en silencio.
Asiste, hermano, padre,
ven conmigo, ternura de perro.
Mi amor sale como el sol diariamente.
Cortemos la fruta del árbol *****,
bebamos el agua del río *****,
respiremos el aire *****.

No pasa, no sucede, no hablar del tiempo.
Esto ha de ser, no sé, esto es el fuego
-no brasa, no llama, no ceniza-
fuego sin rostro, *****.
Deja que me arranquen uno a uno los dedos,
después la mano, el brazo,
que me arranquen el cuerpo,
que me busquen inútilmente *****.

Vamos, acude, llama, congrega
tu rebaño, muerte, tu pequeño
rebaño del día, enciérralo en tu puño,
aprisco de sueño.

Dejo en ti, madre nuestra,
en ti me dejo.
Gota perpetua,
bautizo verdadero,
en ti, inicial, final, estoy, me quedo.
Dias en que no quiero escribir, no quiero pensar, no quiero vivir
Lo dificil es planear tu vida y que eso no llegue a ocurrir
Perder el control de ella
Quiero vivir a mi manera, imagino lo que quiera
Y que ganamos con esto? cumplir lo que queremos?
A veces todo es tan complejo.. Siempre me quejo
Si bailamos , reimos ,y lloramos ?
Cuando nada te da satisfación, y todo se vuelve monótono
Nacer de nuevo seria la solución?
Gente viene y va, solo quedan los momentos y la edad.
Pienso en el amor y si es una falsedad?
Porque sentirse tan vacio cuando alguno no esta?
Como hacer que te vuelva la bondad? la caridad ? la hermandad?
Si sólo el egoismo reina en nuestra sociedad.
Sonar cliche debe ser un delito, pero está tan arraigado en nosotros
que nos vuelve adictos al sin fin de comunes que vivimos..
Vamos, Margot, repíteme esa historia
Que estabas refiriéndole a María,
Ya vi que te la sabes de memoria
Y debes enseñármela, hija mía.

-La sé porque yo misma la compuse.
-¿Y así no me la dices? Anda, ingrata.
-¡Tengo compuestas diez! -¡Cómo! repuse,
¿Te has vuelto a los seis años literata?

-¡No, literata no! pero hago cuentos...
-No temas que tal gusto te reproche.
-Al ver a mis hermanos tan contentos
Yo les compongo un cuento en cada noche.

-¿Y cómo dice el que contando estabas?
-Es muy triste, papá, ¿qué no lo oíste?
-Sólo oí que lloraban y llorabas.
-¡Ah! sí, todos lloramos; ¡es muy triste!

Imagínate un niño abandonado
De grandes ojos de viveza llenos,
Rubio, risueño, gordo y colorado
-Como mi hermano Juan, ni más ni menos.

Figúrate una noche larga y fría,
De muda soledad, sin luz alguna,
Y ese niño muriendo, en agonía,
Encima de la acera, no en la cuna.

-¿En las heladas lozas? -Sí, en la acera.
Es decir, en la calle... ¡Qué amargura!
-Hubo alguien que pasando lo creyera
Un olvidado cesto de basura.

Yo pasaba, lo vi, bajé mis brazos
Queriendo darle maternal abrigo
Y envuelto en un pañal hecho pedazos
Lo alcé a mi pecho y lo llevé conmigo.

Lloraba tanto y tanto el angelito
Que ya estaban sus párpados muy rojos...
Y a cada nueva queja, a cada grito
El alma me sacaba por los ojos.

Me lo llevé a mi cama: entre plumones
Lo hice dormir caliente y sosegado...
¡Cómo hubo en este mundo corazones
capaces de dejarlo abandonado!

¡Ay! yo sé por mi libro de lectura
Que estudio en mis mayores regocijos,
Que ni los tigres en la selva oscura
Dejan abandonados a sus hijos.

¡Pobrecito! yo sé su mal profundo,
Le curo como madre toda pena;
Parece que este niño en este mundo
No es hijo de mujer sino de hiena.

De mi colchón en el caliente hueco
Duerme para que en lágrimas no estalle;
Y llorando Margot, mostró el muñeco
Que en cierta noche se encontró en la calle.
Vino color de día,
vino color de noche,
vino con pies de púrpura
o sangre de topacio,
vino,
estrellado hijo
de la tierra,
vino, liso
como una espada de oro,
suave
como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado
y suspendido,
amoroso,
marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto, en un hombre,
coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces
te nutres de recuerdos
mortales,
en tu ola
vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos
lágrimas transitorias,
pero
tu hermoso
traje de primavera
es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda
dentro de tu alma inmóvil.
El vino
mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros,
peñascos,
se cierran los abismos,
nace el canto.
Oh tú, jarra de vino, en el desierto
con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino
al beso del amor sume su beso.

Amor mío, de pronto
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.

Pero no sólo amor,
beso quemante
o corazón quemado
eres, vino de vida,
sino
amistad de los seres, transparencia,
coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella
de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada
gota de oro
o copa de topacio
o cuchara de púrpura
que trabajó el otoño
hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
Nis Jun 2018
"Tu ignorancia es un monte de leones, Stanton"
                                                        ­                                       -García Lorca

Juntos para morir,
separados para vivir.

Como un manantial de loros te canto, Stanton
no se quien eres pero nunca nos encontraremos
cual cima de hipopótamos, cual valle de elefantes.

Podría seguir, seguir con mi orografía animal, Stanton.
Sentirme una Lorca envalentonada,
envalentonada como un monte de leones.
Pero no lo soy.

Sólo soy un intento de física,
un intento de poetisa,
un intento de mujer,
un intento de persona.
Un intento.

Reímos juntos aquel día,
aún hoy lloramos separadas.

Y este poema se torna pensamientos no ligados.
nuca lo estuvieron.
Mi ignorancia siempre fue un monte de leones.
Y mis pensamientos se tornan contra mí una vez más.

Contra mi cuerpo: mi archienemigo,
tantas veces te he escrito para herirte,
tantas veces te he herido para herirte.
Mi odio hacia ti es una riada de cuervos.

Contra mi mente: falsa amiga,
tantas veces te he usado para servirme
tantas veces me has herido al servirme.
Mi rencor hacia ti es un acantilado de ratas.

Y sí, este poema es una excusa para alabar el citado verso,
pero entre verso y verso se cuela mi odio,
cual filtro de lemures, cual escurridero de serpientes.
Mi odio por todo, mi odio por nada.

Y aquí termina mi canto, diciéndote una vez más, Stanton.
Tu ignorancia es un monte de leones.

//

                                   "Your ignorance is a mountain of lions, Stanton"
                                                        ­                                       -García Lorca

Together dying,
apart living.

Like a spring of parrots I sing to you, Stanton
I don't know who you are but we'll never meet
like peak of hippopotamus, like valley of elephants.

I could continue, continue with my animal orography, Stanton.
Feeling myself an encouraged Lorca,
encouraged like a mountain of lions.
But I'm not one.

I'm only an attempt of a physic,
an attempt of a poet,
an attempt of a woman,
an attempt of a person.
An attempt.

We laughed together that day,
even today we cry alone.

This poem turns itself thoughts not linked.
They never were.
My ignorance has always been a mountain of lions.
And my thoughts turn against me once again.

Against my body: my archenemy,
so many times I have written to harm you,
so many times I have harmed you tu harm you.
My hatred towards you is a stream of raven.

Against my mind: false friend,
so many times I have used you to serve me,
so many times you have harmed you to serve me.
Mi resentment towards you is a cliff of rats.

And yes, this poem is an excuse tu praise the mentioned verse,
but between verse and verse my hatred creeps in,
like filter of lemures, like sink of snakes.
My hatred towards everything, my hatred towards nothing.

And here my singing ends, telling you once again, Stanton.
Your ignorance is a mountain of lions.
Más que un poema, pensamientos poco relacionados inspirados por el verso de Lorca en "Poeta en New York"
More than a poem, thoughts with little connection inspired by the verse from "Pote in New York" by Lorca
Dante Rocío Jun 2020
A gun came up along the way.
Marrying you with the grave prematurely.
However, all that was needless,
As your father had already engaged you two before,
You’d been dead inside for oh so long.

Todd was right about that all along,
More perceptive than the rest.

How ironic and grotesque:
a fire burning so truly and strongly was put out
with a single blow,
How the greatest few hours of your life were made gradually
into your worst and, eventually, your end.

And how is that fair?

The curtains have been drawn,
The audience is long gone,
Yet your act won’t be in vain,
Not if I have something to say.
No, most certainly not!

You’ve become the greatest proof for all those fools
Of the power of the living word,
Of the power of a rebelled voice,
Of the immortal art of a being of poetry,
who’s the true soul of the universe.
Keating’s work became fulfilled in your choices,
The very fruit of his teachings.
You showed those mortals, that no matter
what they claim, do or inflict on you,
they could never **** you.
Neither rules, nor words nor the trigger.
You’re the champion, you’re the winner.

Altogether, we became Poetry ourselves.
No quills, paper or audience were needed,
just the world around us, our voices and passion in our eyes.
We gained the upper hand in the process of the withering,
Weaving ourselves into the tether of all the matters.
Now, no grave or unwritten memories shall restrict us or make us perish.
Never more, as art has no rules.

With all due respect, I give you back
your rightful laurel wreath.
With all your greatness you deserved that prize,
of meaning greater than just a crown of an actor;
The victory over others’ power,
Over fear to speak,
Over fear to sing,
Over fear to be.

You were a misunderstood artist, though not like those, that are many of them.
Your amalgamation of all that you were,
Though so harshly interrupted on that fateful night,
made the authorities and that cold academy see,
That it is them who let you down, not you,
That they can never quench
the call of the Life,
the truth whispered up there
among the trees,
A soul’s thriving beauty, in all the madness of the existence

The curtain’s fallen,
The audience is long gone,
But I shall commemorate you forevermore,
As a poet and artist of the Life owes it
to another of their kin.
With all the pride, honour and bitterness,
You are more than welcome,
as a true member,
in the Dead Poets Society.
- - -
As I let quote myself
in this gender observation,
based on the B. Sáenz work:
“Por eso lloramos,
Por eso reímos,
Por eso se alborota
nuestro corazón,
Y por eso vivimos”
An elaborated epitaph for the person of Neil Perry from the cinematic masterpiece “Dead Poets Society”
A minute of silence for all that perishes with one’s world’s departure.
I thank that story for rejuvenating my battle for the freedom and actual breathing, seeing and “poetising”.
Gather ye rosebuds while you may
El barco llegó como un caballo volador, en un momento inexacto
Nuestro hermano marinero, del Panteón de los Poetas, estaba a bordo
Jean Pierre Basilic Dantor Frankétienne D’Argent
Quién escribió, apresuradamente, el último acto
Pasó milagrosamente a estar en el puerto
Subió y se fue sin hablar, sin dinero
Sin sus obras maestras, sin una casita
Así es la vida, nos vamos en cualquier época del año.

Kalfou te kindeng miwo, miba ye.

Frankétienne no se ha ido
Está en algún lugar, en Ravine-Sèche, Haití, en las calles
Su inspiración está en el show de ‘Le Point’
No tenemos más remedio que cuidarnos
De su memoria, su invención y su imaginación
Frankétienne fue un genio Haitiano, poeta, dramaturgo y espiralista
Ministro de cultura, creador de palabras, cantante, pintor y artista
Su nombre era una frase muy, muy larga
Y sus palabras hicieron reír a la gente hasta el éxtasis.

Kalfou te kindeng miwo, miba ye.

Mientras vivió, no había conseguido su casita
Fue un genio legendario que desafió la imaginación
Los dictadores, lo ordinario, lo inusual y lo abstracto
Convirtiéndose en un mapou, un baobab. Wendell diría
¡Qué potomitan! ¡Qué catedral! ¡Qué ciudadela!
Parafraseando al hijo del director de McDonald's
"Si te caes, aprende a montar rápidamente
Tu caída, deja que tu caída se convierta en un caballo, tu caballo
Para continuar el viaje", la excursión.

Kalfou te kindeng miwo, miba ye.

"Cada minuto cuenta después de los cincuenta"
Una vez dijo Frankétienne, ya que puedes marcharte
En cualquier momento, en cualquiera instancia
'Galaxy plomb gaillé', no muy lejos del nadir
Un rastro invisible en la cabeza como Valentino o Tino Rossi
Frankétienne ya no está, el artista se ha ido
Sigue siendo más que nunca un Ser nuevo
El gigante, el escritor, el actor, el creador de palabras
Está vestido con tirantes como un gran ***** blanco
No como un monstruo del Dr. Frankenstein. Como un mafioso
Como un ladrón, el barco era como un caballo volador. Es la muerte
Que nos amenaza como si estuviéramos equivocados
Lloramos, lloramos ahora como una madre de luto
Para este octogenario avanzado, para este príncipe de la luz.

Kalfou te kindeng miwo, miba ye.

P.D. Un homenaje a Frankétienne y su familia, a Wendell Théodore
Y compañía, a Radio Métropole y a todos los buenos Haitianos.
¡Mi más sentido pésame a todos! ¡Sit ei terra levis!
Esta es una traducción de:
‘Le Navire Est Venu À Cheval Ou Hommage Au Fameux Poète Frankétienne’
‘The Ship Came Like A Flying Horse or Homage to the Famous Poet Frankétienne’

Copyright © febrero de 2025, Hébert Logerie, Todos los derechos reservados.
Hébert Logerie es autor de varias colecciones de poemas.
Somos como un caballo sin memoria,
somos como un caballo
que, no se acuerda ya
de la última valla que ha saltado.

Venimos corriendo y corriendo
por una larga pista de siglos y de obstáculos.
De vez en vez, la muerte.
... ¡el salto!
y nadie sabe cuántas
veces hemos saltado
para llegar aquí, ni cuántas saltaremos todavía
para llegar a Dios que está sentado
al final de la carrera...
esperándonos.

Lloramos y corremos,
caemos y giramos,
vamos de tumbo en tumba
dando brincos y vueltas entre pañales y sudarios.
Y vi las sombras de los que fueron,
en sus sepulcros, y así clamaron:
«¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!»
«La noche asperja los cielos de oro;
mas cada estrella del ***** manto
es una gota de nuestro lloro...
¿Verdad que hay muchas? ¡Lloramos tanto...!»
«¡Ay, de los seres que se quisieron
y en mala hora nos engendraron!
¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!»
Hui angustiado, lleno de horrores;
pero la turba conmigo huía,
y con sollozos desgarradores
su ritornello feroz seguía.
«¡Ay, de los seres que se quisieron
Y en mala hora nos engendraron!
¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!»
Y he aquí los astros - ¡chispas de fraguas
del viejo Cosmos! - que descendían
y, al apagarse sobre las aguas,
en hiel y absintio las convertían.
Y a los fantasmas su voz unieron
los Siete Truenos; estremecieron
el Infinito y así clamaron:
«¡Ay, de los vientres que concibieron!
¡Ay, de los senos que amamantaron!»
Lloraba en mis brazos vestida de *****,
se oía el latido de su corazón,
cubríanle el cuello los rizos castaños
y toda temblaba de miedo y amor.
¿Quién tuvo la culpa? La noche callada.
Ya iba a despedirme. Cuando dije «¡Adiós!»,
Ella, sollozando, se abrazó a mi pecho
bajo aquel ramaje del almendro en flor.
Velaron las nubes la pida luna...
Después, tristemente lloramos los dos.
Hebert Logerie Dec 2024
Está lloviendo
Y ellos disparan
No es un juego
Nos disolvemos
Todos tienen miedo
Los bebes y los niños lloran
Hombres y mujeres están disgustados
Donde todos mueren
En las calles infestadas de idiotas y bandidos
Ellos son nuestros enemigos
Ellos no son nuestros amigos
Ellos disparan como locos
Las balas caen como granos de lluvia
Los gánsteres no son amables
Ellos son terroristas
Ellos son malos turistas
Ellos son robots criminales
No tienen corazón, alma, ni mente
Están eternamente condenados
En el infierno
Sus órganos están hechos de hierro
No son humanos
Sus manos están empapadas de sangre
Ellos son matones
Ellos son villanos de Satanás.

Está lloviendo
Y ellos matan
Nos retiramos
En el centro
De todo lo que es malo
El mundo no está en paz
Es toda la tierra en guerra
Al fondo del cementerio
No fabricamos armas
En nuestro lugar
Solo tenemos lágrimas
En nuestro lugar
Nosotros lloramos
En nuestro lugar
Fabricamos demasiadas armas en otros lugares
Demasiadas personas están muriendo
Todos tienen miedo
Hay demasiada miseria e infelicidad.

Copyright © noviembre de 2024, Hébert Logerie, Todos los derechos reservados
Hébert Logerie es autor de varios libros de poesía.
Translation of ' Too Much Fear And Misfortune".
¡Cuántos desiertos interiores!
Heme aquí joven, fuerte aún,
y con mi heredad ya sin flores.
Némesis sopló en mis alcores
con bocanadas de simún.

De un gran querer, noble y fecundo,
sólo una trenza me quedó...
¡y un hueco más grande que el mundo!
Obra fue todo de un segundo.
¿Volveré a amar? ¡Pienso que no!

Sólo una vez se ama en la vida
a una mujer como yo amé;
y si la lloramos perdida
queda el alma tan malherida
que dice a todo: "¡Para qué!"

Su muerte fue mi premoriencia,
pues que su vida era razón
de ser de toda mi existencia.
Pensarla es ya mi sola ciencia...
¡Resignación! ¡Resignación!
Su ventana está cerrada,
La ventana en que solía
Asomar su faz mi amada
Cuando la tarde moría.

Quiero mi mundo evocar,
Paraíso de quimeras...
Voy lo de adentro a observar
Al través de las vidrieras.

A la sala silenciosa
Dirijo, inquieto, la vista,
Y al ver que todo reposa
Mi corazón se contrista.

En medio a tanto mutismo,
Cómo su ausencia resalta...
Todo está, todo, lo mismo...
¡Ella solamente falta!

Ya truncada estás, historia!
Ensueños, ya sois huidos!
Cuál llegan a mi memoria
Aromas de tiempos idos!

La silla que se halla al frente,
Muelle parece que aguarda
A la que lloro yo ausente,
Aquella que tanto tarda.

En la tallada consola
Está abierta la novela
Que leía cuando sola
Pasaba la noche en vela,

Como en aquella doliente
Noche del último adiós,
Cuando besé su alba frente,
Cuando lloramos los dos...

Como en noches de agonía,
Noches de rayos y lluvia,
Cuando en las manos hundía
La hermosa cabeza rubia...

Un ramo casi deshecho
Mis ojos miran allí...
¡El que llevaba en el pecho
La última vez que la vi!

Parece que ecos de danzas
Cruzan el salón desierto...
El libro de las romanzas
Está sobre el piano abierto;

Y como todo lo abrasa
El sol con sus resplandores,
En el patio de la casa
Secas estarán las flores.

En medio a tanto mutismo
Cómo su ausencia resalta...
Todo está, todo, lo mismo
¡Ella solamente falta!
Daniii 2d
¿Dónde va el amor que no se dice?
¿Muere acaso entre los labios cerrados
o duerme como un pájaro herido
esperando que alguien le cure el ala?

A veces, la tristeza no grita,
solo se sienta a tu lado,
y te mira con los ojos del espejo
cuando ya nadie más te está mirando.

Fui niño, fui sueño, fui lágrima,
y entendí —sin que nadie me enseñara—
que la vida es un libro de páginas rotas
donde aprendemos a leer entre las heridas.

¿Para qué sirve el corazón
si no es para romperse y volver a armarse?
¿Para qué sirven los ojos
si no es para ver más allá de lo que duele?

Una vez amé sin decirlo,
y el silencio se volvió mi tumba.
Desde entonces, cada palabra que digo
lleva un grito que nunca escapó.

La gente cree que el tiempo cura…
pero el tiempo solo enseña a caminar cojeando
con estilo.

Hoy no quiero consuelo,
quiero verdad.
Quiero que el dolor se siente conmigo
y me diga por qué existe.

Porque si el dolor habla,
si la tristeza piensa,
si el amor duele…
entonces, ¿qué somos?

Tal vez…
somos humanos solo cuando lloramos,
y filósofos solo cuando entendemos
por qué.

— The End —